MILITANCIA POLITICA Y SINDICAL DE CARLOS GHIOLDI

POR JORGE “TANO” PISANI, CONDUCTOR LÍNEA B

Carlitos Ghioldi, como le decimos sus amigues y compañeres, tomó la sabia decisión de contar en un libro sus experiencias a lo largo de seis décadas.

En sus páginas revela cómo en el seno de una familia politizada con preocupaciones culturales e interesada en la realidad de la época, se fue forjando todo lo que realizó a lo largo de su vida como activista revolucionario.

La relación con sus hermanos lo acercó a la vida cultural de una de las ciudades más destacadas de la Argentina y posiblemente de nuestra América. La música fue su actividad, pero también participó de uno de los movimientos de vanguardia más significativos como lo fue el grupo Cucaño, colectivo que dio batalla al ostracismo de la dictadura militar entre los años 1978 y 1982.


Su militancia trotskista en el PST y en distintos grupos juveniles, llevó a Carlos a dar pelea contra la dictadura y en los comienzos del último período democrático, a ser parte activa en la fundación del Movimiento al Socialismo.

Ya al final de la dictadura ingresó a trabajar en Supercoop, una cadena de mercados que llegó a contar con 300 sucursales en todo el país. Es ahí donde comienza su militancia sindical, que dura hasta la actualidad.

El haber participado en las distintas crisis socioeconómicas de la Argentina lo hicieron reflexionar sobre las formas de organización sindical, centralmente de las corrientes de izquierda de las cuales fue militante.

Siempre intentando que el accionar de la clase trabajadora sea lo más amplio y menos sectario posible, y con el único objetivo de ganar los conflictos a los que cotidianamente nos fuimos enfrentando, Carlos comenzó a trabajar en el Sindicato de Comercio de la ciudad de Rosario, y también como Secretario Gremial de la CTA (Central de las y los Trabajadores Argentinos).

Carlitos, fue protagonista de Importantes hechos como la construcción colectiva de La Toma, conflicto en el que a partir del retiro de la patronal del supermercado Tigre, les trabajadores se hicieron cargo de la continuidad del trabajo y transformaron el lugar en un centro de confluencia de los sectores sociales de todo el pueblo de la “Chicago Argentina”.

Siempre veremos a Carlitos con sus camperas de cuero, su pelo bastante largo (ya va siendo hora de que se lo corte) y haciendo bellas locuras, como irse caminando desde la terminal de ómnibus de Buenos Aires – en la zona de Retiro – hasta Carlos Calvo 2300 (sede de Lxs Metrodelegadxs) o hasta la CTA en Piedras al 1100, porque no tiene un mango.

Lo veremos dando todas las batallas necesarias, debatiendo y ayudando a construir con la militancia un mundo mejor.

Es por todo esto, que leer este libro y conocer la experiencia de Carlos Ghioldi nos ayuda a ser mejores activistas, y sin duda, mejores personas.

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