21 AÑOS DE RESISTENCIA, SOLIDARIDAD Y LUCHA DESDE UN ESTABLECIMIENTO EN MANOS OBRERAS

POR CARLOS GHIOLDI, SEC. GREMIAL CTA DE LOS TRABAJADORES (REGIONAL ROSARIO).

UN ESCANDALOSO VACIAMIENTO EMPRESARIO.

En una fría mañana de julio del tumultuoso año 2001, los trabajadores y trabajadoras del Supermercado Tigre de Rosario encontraron un candado cerrando las puertas concretando la desvinculación de la totalidad del personal de la empresa. Una escena no extraña en aquél momento, en el cuál decenas de empresas cerraban sus puertas todos los días y en la región más de la mitad de la población se encontraba desocupada o sub-ocupada en diversos rebusques. Agreguemos que quienes teníamos trabajo más de la mitad estábamos en condiciones precarias o eventuales.

En asamblea se decidió la ocupación del edificio y levantar el reclamo de la continuidad de los puestos de trabajo. Se trata de un edificio que la empresa Tigre había alquilado cuando los viejos supermercados SUPERCOOP fueron al concurso de acreedores en 1991. Los trabajadores de aquél supermercado sostuvieron una ocupación entre septiembre y diciembre de aquel año y lograron que la empresa adquirente, Supermercados Tigre, debiera incorporar a todos los trabajadores con reconocimiento de la antigüedad y el pago de la deuda salarial. En 1993 la empresa de supermercados TIGRE, cuyo titular había ocupado la presidencia de toda la Cámara de Empresarios de Supermercado de la región “compró” el edificio.

Con los años se supo que pidió un préstamo a un Banco cooperativo, que casualmente se fundió a las 24 horas… Y nunca se pagó el crédito obtenido, ni el edificio adquirido.

A fines de los 90 las empresas internacionales y nacionales comenzaron a instalar grandes centros comerciales en la región y la mayoría de los empresarios locales del sector fueron llevando sus empresas a quiebra o concurso de acreedores.


En 1998 este empresario, (el dueño de Supermercado TIGRE) anunció un ambicioso plan de expansión comercial, convenientemente divulgado en los medios, planteando la adquisición de una importante serie de sucursales de empresas en proceso de cierre para disputar el liderazgo de los capitales locales a la presencia nacional o internacional en el rubro.

En lugar de la anunciada expansión, en diciembre de ese año, se presenta en concurso de acreedores luego de adquirir toneladas de mercadería a crédito. Bajo la supuesta administración judicial en concurso de acreedores, al poco tiempo “remata” en venta al contado, a precio de oferta, toda esa mercadería, pero… se presenta nuevamente manifestando la imposibilidad de pagar las deudas anteriores y posteriores al concurso. Una demostración de cómo un sector de los empresarios hacen buenos negocios fomentando las crisis de sus empresas a partir de las facilidades otorgadas por la cercanía al poder judicial.

UN PROCESO DE LUCHA EN CURSO.

A partir de la ocupación del edificio de casa central en Tucumán 1349, de Rosario, se inicia un largo proceso de lucha por los puestos de trabajo que aún se encuentra en curso. Desde los primeros momentos, se emite una orden y sentencia de desalojo, aún en vigencia, sin fecha de ejecución.

Con la lucha y la movilización del conjunto de las organizaciones sindicales y populares se lograron leyes provinciales que le dieron la expropiación temporal a los trabajadores. Pero, un puñado de especuladores y funcionarios que viven de la estafa y el fraude con inmuebles a partir de vinculaciones con sectores del poder judicial, lograron que se declare inconstitucional y mantienen el pedido de inmediato desalojo de los “ocupantes no identificados” del edificio.


En el año 2002, se formó una cooperativa de trabajo para poner en funcionamiento parte del edificio mediante la creación de un almacén, bar, comedor popular y centro cultural. Los sectores del poder judicial volvieron a insistir con el desalojo, ya que no aceptaron el funcionamiento de esta instancia que en otros casos ha sido reconocido y hasta acompañado. Esta circunstancia no deseada y de carácter irracional, ha sido enfrentada con la movilización permanente para evitar la ejecución de este arbitrario desalojo.

En sucesivas y periódicas asambleas de los trabajadores y trabajadoras que a lo largo de 21 años hemos mantenido el colectivo de lucha, se ha votado la política de compartir con todas las organizaciones sindicales y populares el edificio como forma de resistencia y movilización permanente.

Lo hemos considerado como la política más eficaz para rechazar la agresión y como forma de devolución, de la solidaridad recibida por parte de las organizaciones del pueblo. Por ello en el lugar, hoy tienen su sede más de 50 organizaciones populares.

De forma amplia y plural, con la única excepción de no permitir el ingreso a los defensores de la dictadura y a los negacionistas del terrorismo de estado, se invita  a todos los sectores del movimiento obrero y popular a desarrollar sus actividades, o instalar su sede de funcionamiento en el establecimiento en manos obreras. No ha existido otra forma de resistencia para los trabajadores que iniciamos esta lucha por los puestos de trabajo.

¿QUÉ ES LA TOMA?

Lo primero que decimos es que se trata de un largo conflicto laboral desde un establecimiento puesto a funcionar en manos de sus trabajadores y al servicio del movimiento obrero y popular. También podemos decir que se trata de un conflicto laboral que ha construido un espacio público no estatal sino desde el movimiento obrero y popular.


No nos definimos como una “empresa recuperada” ya que no queremos recuperar nada de la voracidad de lucro y rentabilidad que caracteriza a la actividad de los empresarios. En todo caso podríamos hablar de una “empresa conquistada” por el movimiento obrero y popular.

Queremos un puesto de trabajo, buscamos una forma cooperativa de afrontar el abandono de las patronales y para obtener un humilde ingreso, pero al hacerlo no anteponemos la búsqueda de lucro y rentabilidad, no lo anteponemos a la solidaridad y la fraternidad con nuestros hermanos y hermanas de otros sectores del pueblo trabajador. Estamos convencidos que la suerte de la lucha, contra el desalojo dependerá del acompañamiento y la movilización de nuestra clase trabajadora, por ello acompañamos a todas las luchas y reclamos del movimiento obrero y popular.

El lugar está totalmente al servicio de que todos los reclamos populares se desarrollen y se fortalezcan.
Al servicio de que todos los sectores del pensamiento, de las diversas ideologías o ideas artísticas se expresen y puedan difundirse. Lo reiteramos, solamente defensores del terrorismo de estado serán democráticamente excluidos del lugar.

Hemos recibido y funcionan en el edificio decenas de sectores populares y se expresan todos esos sectores de manera libre dentro de los múltiples salones que el edificio posee (la mayoría construidos por la propia cooperativa de trabajadores y las organizaciones populares)

EL ORIGEN DEL NOMBRE.

Cuando ocupamos el establecimiento el movimiento estudiantil salía a las calles contra la reducción presupuestaria de De La Rúa, Bullrich, y López Murphy. Las asambleas de los estudiantes fueron invitadas a funcionar en el edificio recién ocupado, un grupo organizó un centro cultural a instancias de nuestra propuesta de rescatar la tradición de aquellos que fundaron las organizaciones obreras en el mundo y en el país.

Fundamos un centro cultural no por un interés académico, sino porque es importante organizarnos para luchar y estimular el intercambio de ideas y expresiones culturales entre trabajadores, para obtener mejores herramientas y conciencia en la lucha por nuestra liberación de una sociedad que se basa en la explotación de las y los asalariados. Así, las personas que venían a las actividades y decían “vengo a la muestra del centro cultural de la toma del supermercado”, o se anunciaba que “vamos al recital en el centro cultural de la toma del supermercado”

Así quedo: “Centro Cultural de La Toma”,  por denominación del propio pueblo. Destaco por otro lado para remarcar el carácter del lugar, que la cooperativa de trabajadores de los viejos empleados del supermercado (que es una de las que desarrolla sus tareas en el lugar) se llama “Cooperativa de Trabajadores Solidarios en Lucha” Otra definición del carácter de clase y de la situación de conflicto que nos cruza desde hace 21 años.

SOBRE LA RELACIÓN CON EL ESTADO Y LAS ORGANIZACIONES DEL PUEBLO.

El poder judicial es parte del estado y un amplio sector es cómplice del vaciamiento y el fraude empresario que hicieron los titulares de Supermercado TIGRE en 1998-2001. Con el ejemplo de Vicentín (2019-2020) saltó mucho más a la luz pública este tipo de estafas “legalizadas” por la cercanía con algún juzgado civil y comercial.

Obviamente, un sector de ese poder judicial cómplice del vaciamiento, expresa una hostilidad y una animadversión manifiesta contra esta lucha y contra nuestra política. Sabemos que algún estudio jurídico paga trolls, propagandistas y otra sarta de atorrantes para difamarnos y calumniarnos tanto a nivel individual contra mi persona como a nivel colectivo contra la experiencia de lucha. Un grupo de parásitos a sueldo…¡¡¡ hasta escribió un libro en contra nuestra!!!

En cuanto al poder ejecutivo, debemos ser sintéticos: hasta 2003 abundaron los intentos represivos y la hostilidad, entre 2003 y 2015 esta hostilidad se detuvo y hasta hubo acompañamientos e intentos de solucionar este conflicto.

Entre 2015 y 2019 otra vez, la hostilidad desde las autoridades nacionales han sido explícitas contra nosotros y contra todo el movimiento obrero y popular… afortunadamente, con la lucha y la solidaridad pudimos enfrentarlos.

Hemos resuelto que, considerando la enorme deuda de esta quiebra y este conflicto con el estado por falta de pago de impuestos desde 1991 en adelante (el viejo patrón no pagaba nada), que el establecimiento se encuentra a total disposición para que sea utilizado por el estado de manera gratuita con la única condición que sea para impulsar políticas públicas de inclusión social.
Por ello el estado municipal tiene una feria, un espacio productivo de artesanos y emprendedores de la economía social y un centro de cartoneros coordinados por la municipalidad de Rosario.

El Estado provincial tiene un EEMPA para disidencias. Así, como un dispositivo de la dirección de Salud Mental. El estado nacional tiene un Centro De Acceso a la Justicia dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

La Universidad Nacional de Rosario tiene una Galería de Arte y desde este lugar reabrió los Comedores Universitarios.

En cuanto a las distintas corrientes políticas y partidarias, tenemos que decir que el kirchnerismo, los socialistas, la izquierda, el peronismo y el radicalismo (sus sectores internos NO liberales, NO macristas) han generado personalidades y sectores altamente solidarios con esta lucha. Grandes compañeros y compañeras de distintas corrientes partidarias son una verdadera parte integrante de esta larga lucha. Y los sentimos como un acompañamiento extraordinario y altamente valorado por nosotros.

Ahora bien, para nosotros el aporte y la solidaridad más importante vino del movimiento sindical, de los trabajadorxs, de las organizaciones de DDHH, de los movimientos sociales, los llamados “piqueteros”, o los de la economía social y popular… Los compañerxs del estudiantado (los universitarios y los pibes de las escuelas secundarias). Y las asambleas feministas o diferentes expresiones de las diversidades. También los pueblos originarios. Todos ellos han sido sectores solidarios, fraternales, y por ello, diferentes organizaciones de estos sectores funcionan en forma permanente en el lugar. Para nosotros estos son los “Habitantes Solidarios” de La Toma. Aquellos que comparten nuestra lucha y nuestra resistencia.

¿QUE PERSPECTIVA TIENE POR DELANTE “LA TOMA”?

La perspectiva más segura es seguir adelante en este camino. Luego de 21 años de resistencia y conflicto, 21 años de recibir una inmensa solidaridad, 21 años de ponernos al servicio de todas las causas colectivas del pueblo y los trabajadores de la región y de otros lugares.

Hace años buscamos una resolución que atienda las demandas originales y la realidad que se construyó en el lugar. Recordemos que el ex-gobernador Lifschitz (2015-2019) elaboró una propuesta de solución a este conflicto junto a nuestro compañero abogado Juan Lewis (ex Ministro de Justicia entre 2011-2015) y que un puñado de especuladores a los cuales les cayó encima la papelería de la hipoteca impaga en 1993 (¡hace 29 años!) se negaron a negociar una resolución. A partir de esto, no tenemos otra alternativa que, prepararnos para muchísimos años más de resistencia, solidaridad y lucha.


Nosotros no abandonaremos voluntariamente el lugar. Si las circunstancias y el tiempo nos obligan a individualmente irnos retirando, el movimiento obrero y popular se harán cargo de este edificio. Las organizaciones que cotidianamente se desarrollan en el lugar serán las que seguirán ocupando el lugar.
A no dudarlo. Esa es la voluntad expresada y votada en las asambleas.
Dependerá de la lucha y la organización del conjunto del movimiento obrero y popular de la zona de Rosario, la continuidad de LA TOMA, que ya no nos pertenece, sino que es parte del conjunto del pueblo trabajador de la región.

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