VACIAR LA CULTURA
POR VALERIA FELICE, PEONA LÍNEA E Y PREMETRO
EL PROYECTO DE LA DERECHA QUE LLEVA 16 AÑOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Desde el 9 de diciembre de 2007 y hasta la actualidad, nuestra querida Ciudad de Buenos Aires es administrada por el Pro.
María Seoane -escritora, periodista, y compañera fundadora de Radar Intersindical de Cultura- halló una definición superadora para esta derecha:
“Cambistas que permutan el valor del trabajo por el dinero y la tasa de interés. Porque su identidad económica es el endeudamiento. Porque cambian pesos de Lebacs por dólares. Porque viven timbeando valor patrimonial para evadir impuestos. Porque viven cambiando las reglas de la justicia para beneficio propio. Porque operan sobre la cabeza de la gente como si fuera un campo de batalla a conquistar a cualquier precio. Porque cambian los favores políticos por guita; los favores mediáticos por entrega de empresas que violan las leyes nacionales e internacionales de la competencia; porque cambian los recursos naturales del Estado por acciones en fondos de inversión extranjeros que viven en empresas offshore de las cuales son dueños… Porque cambian la verdad por la posverdad: es decir, mienten. Y porque la identidad hace al nombre y viceversa.”
Actualmente, CABA es gobernada por el primo de Mauricio Macri, Jorge Macri, quien mantiene una línea política en relación al sector cultural, a sus trabajadores y a sus productores culturales: la desfinanciación y desvalorización de la producción cultural local. Esto no es ingenuo ni es por falta de dinero, sucede que el partido político gobernante decide año a año, y presupuesto tras presupuesto, ajustar al sector.
Dicho ajuste es fruto del interés del sistema capitalista por desarmar el tejido social que conlleva la tarea colectiva, el disfrute y los momentos de ocio.
Cuando pensamos en lo que significa y representa la cultura, es oportuno citar al docente, investigador y escritor peruano Víctor Vich:
“En cuanto dispositivo de control y poder social o herramienta para transformar una forma de vida, los objetos culturales están directamente relacionados con la desigualdad, la discriminación y la dominación social. Entendida como domesticación de las pulsiones, progreso social o, por el contrario, utilizada como una crítica a una particular forma de entender el progreso, la cultura es una instancia estratégica para cualquier proyecto político.”
En sintonía se expresaba también el filósofo argentino Rodolfo Kusch al plantear que la Cultura se supone en el suelo que obligatoriamente se habita, y en ese “habitar un lugar”, no se puede ser indiferente de lo que allí ocurre.
Todas estas definiciones nos permiten comprender el porqué de la reducción presupuestaria sistemática del Ministerio de Cultura de la Ciudad.
Ahondando ya de lleno en el plano económico, en el informe “Cultura en tiempos de pandemia” producido por el Observatorio Universitario de Buenos Aires, se afirma que:
“Las industrias culturales en CABA generan el 11% del PBI del distrito más rico del país, según cifras actualizadas hasta el año pasado, pero durante los últimos cuatro años en los que el signo político de la gestión gubernamental porteña coincidió con el gobierno nacional de Mauricio Macri, se perdió casi el 24% de los puestos del sector, en el marco de la crisis socioeconómica que castiga a Argentina y que se vio ahora, tras un atisbo de repunte con el cambio de gobierno, más agravada por la pandemia de coronavirus.”
Cabe aclarar que durante la pandemia de Covid-19, el Ministerio de Cultura de la Nación bajo la dirección del ministro Tristán Bauer, desarrolló diversas políticas de apoyo al sector, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se continuó con la reducción del presupuesto destinado a la cultura y el gasto efectivo del mismo.
El recorte en cultura de CABA continúa en el presupuesto para este año 2024. De acuerdo con el informe preliminar “Cultura en el Presupuesto 2024 Ciudad de Buenos Aires.” presentado por la legisladora porteña Maru Bielli:
“El presupuesto del Ministerio de Cultura para 2024 se proyecta en $100.820.374.544. Con respecto al año 2023 el presupuesto aumenta en un 5% en términos reales. Si comparamos con el 2015 la caída de poder adquisitivo del presupuesto es de un 20%.”
En la actualidad, el ataque a la cultura coincide con la persecución desde el Gobierno de la Ciudad, así como desde el Gobierno Nacional, contra el INCAA, el INAMU, el FNA, SAGAI y tantas otras instituciones que trabajan en pos de la cultura tanto local como nacional.
El sector cultural se encuentra nuevamente en el centro de la discusión, no sólo por sufrir recortes presupuestarios a nivel local, sino por no contar con un Ministerio de Cultura de la Nación.
Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia el 10 de diciembre de 2023, se definió la degradación del Ministerio a una secretaría dependiente del Ministerio de Capital Humano.
El Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad juegan fuerte en la batalla cultural. En tanto, el presidente Milei presentó el DNU vigente actualmente pretendiendo cerrar entes autárquicos relacionados a la cultura nacional y local, modificar o directamente derogar leyes, apartar al Estado como garante de derechos, y desregular la economía.
La conjunción del ajuste sistemático al presupuesto del Ministerio de Cultura de la Ciudad desde el inicio del período neoliberal local de la mano del Pro sumado ahora al neoliberalismo anticonstitucional de Javier Milei, nos ponen en crisis.
La cultura está en peligro, y la salida es colectiva.