Fin de las tercerizadas

UNA DE LAS MEJORES JORNADAS DE NUESTRA HISORIA

Si hay una jornada que significó un quiebre, porque no pudieron desarticularlos, fue ese famoso 24 de diciembre de 2004” recuerda y reflexiona, el Secretario General de la AGSTyP, Beto Pianelli. En esa fecha, la tercerizada de limpieza intentó descabezar al movimiento de resistencia y lucha despidiendo y trasladando a sus principales referentes en el Subte. “Haberlo frenado”, sigue Beto, “cuatro meses antes de que entraran a convenio, puede haber sido un punto de inflexión, porque si hubieran pasado y a esos compañeros los hubieran rajado, obviamente otra hubiera sido la historia”, destaca Pianelli.

A continuación Jorge Facha Méndez, testigo y protagonista de aquellas horas de intensa lucha, nos cuenta el proceso del traspaso de los trabajadores de limpieza al convenio de trabajo de la empresa Metrovías.

Desde el inicio de la concesión hasta momentos antes del ingreso al convenio, la relación entre los trabajadores de Taym/Ceos y los de Metrovías era un tanto distante. No solo la ropa de color verde marcaba esa distancia, también lo hacía la situación de opresión y desigualdad en que se encontraban. Pocos se animaban a establecer diálogos con los de Metrovías ya que si sus supervisores los veían eran castigados con despidos o traslados a otros objetivos.

Después de haber ganado el Cuerpo de Delegados en todo el subte, recuperado la jornada de 6 horas y de pelear exitosamente por la primeras paritarias post-menemismo, nos dimos la política de acercar a esos trabajadores que claramente estaban en un estado de indefensión terrible bajo la complicidad de su sindicato (S.O.M).

Fuimos buscando referentes, ganándonos la confianza de ellos favorecidos por la simpatía y la esperanza que generaban las conquistas que habíamos logrado como Cuerpo de Delegados. En forma casi de clandestinidad los fuimos juntando. Primero hacíamos reuniones en bares y después en el Hotel Bauen. Cada semana era mayor la cantidad de compañeros que participaban de las reuniones, motivados por la posibilidad de dejar de ser trabajadores de segunda. Crecía así la simpatía y el acercamiento del resto de los trabajadores de Metrovías a este movimiento.

La idea del Cuerpo de Delegados siempre fue llevarlos despacio, cuidando a los compañeros, pero se hacía difícil ya que los compañeros iban ganando confianza, viendo la victoria cerca y cada vez se exponían más.

Pero fue la empresa la que precipitó el desenlace, cometiendo el peor de los errores: el día 23 de diciembre del 2004, en víspera de nochebuena decidieron descabezar la organización y tomaron medidas sobre los principales referentes. A dos de ellos los despidieron y a otros tres los trasladaron a Pirelli.

Esto motivó una rápida reacción en los compañeros y decidimos juntamos en el Taller Catedral. Durante toda la noche estuvimos reunidos organizando un plan de lucha.

Fue teléfono mediante se organizó una convocatoria al Obelisco, donde más de cien trabajadores de limpieza –mayoritariamente del turno noche–, junto con algunos miembros del Cuerpo de Delegados marcharon a la Estación Belgrano de la Línea E, para exigir a la Jefatura de limpieza la inmediata reincorporación de los compañeros.

Este fue el principio del fin de la flexibilización, la precarización en el subte y el puntapié inicial para que el resto de las tercerizadas lucharan por iguales condiciones laborales.

Jorge Méndez.