ENTREVISTA. FÚTBOL PARA TODES

POR SEBASTIÁN CIRONE, PEÓN DE LA LÍNEA C Y GISELA COMMISSO, AUXILIAR DE LA LÍNEA E, INTEGRANTE DE LA SECRETARÍA DE GÉNERO.

futbol femenino

Tras la finalización de la primera fecha del Torneo de Fútbol Femenino, entrevistamos a Mónica Santino, jugadora y directora técnica de La Nuestra Fútbol Feminista. “Estamos acá porque tenemos historia, porque hace más de un siglo que jugamos a la pelota”, se infla el pecho.

Concluyó la primera fecha del Torneo de Fútbol Femenino, el cuál con enorme alegría y orgullo, fue transmitido por la TV Pública, DeporTV y la plataforma Contar.

El torneo, también llamado YPF, por la empresa estatal que se sumó a la conquista de las pibas, cuenta además con el apoyo del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, que puso a disposición el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata para que algunos partidos puedan desarrollarse en ese campo.

Todo esto no es casual, si no que es resultado de la organización colectiva que históricamente llevaron adelante las jugadoras.

Gracias a la lucha de las mujeres y a las políticas inclusivas que hoy las acompañan, el fútbol femenino fue adquiriendo una gran visibilidad.

Si bien todavía falta mucho, este el el puntapié inicial para que continúa expandiéndose en los hogares, en los bares, en cada territorio y para que nuestro pueblo pueda disfrutar de ver jugar a las pibas.

Sobre estas cuestiones, dialogamos con Mónica Santino, jugadora de fútbol y directora técnica de La
Nuestra Fútbol Feminista
, quien nos contó sus sensaciones luego de una jornada histórica.

¿Qué te sucedió internamente el miércoles con los anuncios en el predio?

Me pasó un mundo de sensaciones (como Sandro). Pienso en los avances potenticimos de las mujeres y los movimientos feministas vinculados al deporte. Sigo pensando en clave política que el Ni Una Menos del 2015, hizo al feminismo mucho más popular, abrió las puertas de la militancia a miles de pibas y en ese contexto se puso también en agenda el derecho al juego, al deporte y en particular el fútbol.

Creo que ese empuje se vio reflejado en un montón de militancia que ya venía ocurriendo, pero que tuvieron más peso y más fuerza en los clubes de fútbol, en grupo de mujeres que jugaban en barriadas a lo ancho y a lo largo del país. Puso en un lugar de interpelar los privilegios y la identidad masculina hegemónica alrededor del deporte.

¿Cómo era en tu época de jugadora?

En los 90, cuando jugaba en All Boys, no te enterabas de lo que pasaba con el fútbol femenino, salvo en los círculos muy pequeños. Recuerdo que con tres compañeras hacíamos una revista con nuestros propios ingresos en formato tabloide para repartir en las reuniones de AFA a los delegados de los equipos.

Queríamos que de alguna manera circulara información entre nosotras. La revista se llamaba La Nuestra, de ahí viene el nombre que tenemos ahora, eso me impacta mucho.

Recuerdo que en aquellos años había un programa que pasaba un partido de fútbol femenino, el canal se llamaba Siempre Mujer y el programa lo conducía el Goyco, con esta idea de ponemos a un tipo lindo, porque es fútbol de mujeres estaba cargado de prejuicios.

Ahora, en cambio, hay una construcción, un movimiento militante y social alrededor del fútbol que no va a permitir que eso pase y que no sea una moda. Estamos acá porque tenemos historia, porque hace más de un siglo que jugamos a la pelota y la verdad es que emociona mucho pensar la cantidad de luchas entrelazadas de muchas generaciones para llegar a esto, un logro colectivo.

Editoras de la revista de fútbol femenino La Nuestra. Año 95.

¿En qué pensás que beneficia a esas pibas de los barrios que sueñan con crecer en el
fútbol femenino?

Ver partidos en la TV hace que tengas data de jugadoras, que veas dispositivos tácticos, que escuches comentarios de mujeres, relatos de mujeres, me parece que empuja un montón a seguir construyendo y, además, se va armando una representatividad en la cultura futbolística de las mujeres.

Ahora cualquier piba en el barrio puede sintonizar la TV Pública y DeporTV, son canales del Estado y es una decisión que sale del Estado, esto me parece muy importante resaltarlo, pienso de una manera muy optimista, porque esta todo dado para que seamos optimistas, que el fútbol entre mujeres se va a ir naturalizando cada vez más y que son las manos que tanto tiempo reclamamos y necesitamos para sostener una representatividad cierta en la cultura futbolística.

El tiempo va a devenir en charlas de futbol, “mirá que golazo que hizo esta”, “que pasó con aquella”, “se lesionó tal jugadora”. Vamos camino a eso, es maravilloso, da un orgullo tremendo, insisto con que es un logro colectivo, como un gol al ángulo.

Este avance no solo visibiliza la importancia del juego femenino, sino que pone en auge diferentes profesiones que a las mujeres y a las disidencias se les fueron negado, como por ejemplo, trabajo para periodistas que vienen luchando por tener espacio en los medios, por mejorar las condiciones salariales y de trabajo para ellas, y también de las jugadoras.

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