LAS FUERZAS DEL ORGULLO
POR VAN COMMISSO. ESTACIONES DE LA LÍNEA E.
En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política.
Este año, siguiendo con el ejercicio imprescindible de la memoria la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) cumple 40 años de existencia. El pasado lunes 28 de octubre se llevó adelante el descubrimiento de una placa de la legislatura porteña en la puerta de su espacio celebrando el recorrido, el compromiso histórico con nuestra comunidad y hoy más que nunca reafirmando que nadie se salva sole.
Hace 33 años que en nuestro país se realizan las marchas del orgullo, la primera de ellas fue en el año 1992 con la presencia de Carlos Jauregui y César Cigliutti. En aquel contexto de enorme hostilidad salieron a las calles, en su gran mayoría con los rostros tapados por el miedo y las acciones directas que se podían tomar si eran descubiertes, como por ejemplo quedarse sin trabajo. Marcharon por el deseo de tener una vida sin violencias y opresiones, comenzaron a gestar una lucha colectiva bajo el lema de “Libertad, Igualdad, Diversidad”
Celebración y lucha.
Este sábado 2 de noviembre nos volvimos a encontrar de manera colectiva organizaciones LGBTIQ, sociales, sindicales y políticas en la 33 marcha del orgullo.
Las calles estuvieron plagadas de resistencia ante la crueldad que nuestro colectivo ha tenido que transitar históricamente, recordando a nuestres compañeres que supieron poner el cuerpo y hoy ya no están, homenajeando a las madres y abuelas de plaza de mayo que siempre abrazaron nuestras luchas con enorme sensibilidad y amor.
Siempre estuvimos, siempre vamos a estar los putos, las tortas, bisexuales, travestis, trans, intersex y no binaries, no solo en un contexto que nos lleva necesariamente a resistir, sino construyendo horizontes revolucionarios en el ejercicio diario de la política.
Al gobierno neoliberal de Milei le decimos:
En un contexto dónde el plan de gobierno de Milei se está llevando adelante con ajuste, hambre y represión hacia nuestro pueblo. Nuestro colectivo LGBTIQ se hizo presente en las calles para celebrar, levantar nuestras banderas y enfrentar los discursos de odio hacia nuestra comunidad que atentan contra nuestras vidas, nuestras identidades y derechos adquiridos.
El orgullo no se vende, se visibiliza y se defiende.
Basta de hambre y persecución.
Por un acuerdo democrático contra los discursos de odio.