LA SINFONÍA DEL ÉXTASIS
POR ARIEL FERNÁNDEZ.

La multitud se desborda en un mar celeste y blanco, la bandera argentina flamea en el viento como una llama ardiendo. El estadio de Lusail se convierte en un teatro de emociones, donde la sinfonía perfecta de la victoria se escucha en todo el país. La gente canta y baila en las calles, con lágrimas de alegría en los ojos. El grito eterno de “¡Argentina, Argentina!” resuena en un canto que se repite como un mantra uniendo a la multitud.
La emoción se palpita en el aire, las personas se abrazan y se besan con sonrisas que encienden los rostros. El sol se pone sobre el campo de juego, bañando la escena en un resplandor dorado que parece congelar el tiempo. La unión del pueblo argentino es palpable, todos se sienten orgullosos de su país y de su equipo. La bandera con un sol y los colores del cielo, se convierte en un símbolo de la victoria, en un emblema que representa la pasión y la dedicación de los jugadores y de los hinchas.

En ese momento de éxtasis, la inspiración de las leyendas del fútbol argentino se respira en el aire. La figura de Diego Armando Maradona se alza como un símbolo de habilidad y carisma, su figura es un ejemplo de cómo un referente histórico puede influir en tantas generaciones de jugadores. Su juego era un baile de pies, un espectáculo que hipnotizaba a la tribuna.
Lionel Messi, el capitán del equipo, se convierte en un ídolo para grandes y chicos. Su sonrisa ilumina el estadio, su mirada refleja el desahogo y la alegría de la victoria. El público lo aclama, lo vitorea, lo convierte en un héroe. La magia de “la Pulga” se siente en el aire, con una energía que transmite a la hinchada y la hace vibrar.
La conexión entre Maradona y Messi es profunda, ambos jugadores han sido inspirados por la pasión y la dedicación de los íconos del deporte más popular. La historia y la tradición del fútbol argentino han creado un estilo de juego único, combinando habilidad y pasión. La actual Selección está atravesada por
esta tradición, y ha trabajado para mantener viva la llama de la pasión y el esfuerzo.

La final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 es un momento inolvidable para la historia de nuestro fútbol. La alegría colectiva y el fervor de la multitud, la magia de Messi, el triunfo del equipo… todo se combinó para crear un momento que quedará grabado en la memoria colectiva de los aficionados al fútbol.
La sinfonía perfecta de la victoria se escuchó en todo el país, un canto que desde entonces se repite sin cesar, y que nunca se olvidará.