FUIMOS MAREA, SEREMOS TSUNAMI

El pasado 8 de marzo vivimos una jornada histórica, los feminismos volvimos a colmar las calles con la fuerza que nos caracteriza, conscientes de la necesidad que estos tiempos requieren pero también con alegría de siempre.

Charlamos sobre esta coyuntura con Luci Cavallero, ella es socióloga, investigadora y militante feminista. Referenta del colectivo Ni Una Menos, esto nos expresaba:

“Este 8 de Marzo para mi fue muy especial, tenía muchas expectativas, lo hicimos en condiciones muy especiales por el protocolo antirepresivo, la gran crisis económica hace que organizarse y generar instancias de debate sea muy difícil y también porque es un gobierno que señaliza al movimiento feminista, al movimiento de la disidencia sexual como enemigos. Estuve haciendo trabajo en el escenario y en la logística durante toda la jornada, sobre todo para asegurar que haya sillas para las personas mayores de la campaña que se querían sentar y por si se acercaban las compañeras de orgullo disca que también habían pedido tener algún tipo de espacio para sentarse por si se sentían mal, organizando las postas sanitarias. Así que lo viví con muchas tareas de organización, pero la verdad que fue una gran alegría ver tantas jóvenes acercarse de nuevo a las marchas feministas, la masividad fue contundente”.

Volver a rearmarnos, repensar el rol de los feminismos y construir un futuro para todos, todas y todes.

Tenemos la responsabilidad política y social de dar la batalla cultural, de resistir a este gobierno de ultraderecha organizándonos de manera colectiva.

Luci, en una nota en Tiempo Argentino planteó algunos ejes importantes de cara a esta etapa, les dejamos el enlace: https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/hacia-el-pacto-feminista/

En este sentido, profundizamos con ella estas reflexiones:

“El rol que van a cumplir los feminismos en este contexto político tiene que ver con poder discutir un vocabulario para poder enfrentar a estas políticas, que hable de la crueldad, que hable de las políticas de ajustes implica una economía de la violencia, que las políticas de ajustes implican un disciplinamiento sobre determinadas formas de vida, por ejemplo: las vidas de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y en ese sentido creo que vamos a tener un rol especial y que somos la verdadera oposición al anarcocapitalismo porque por eso nos señala como enemigas y enemigues”, afirmó.

“Por otro lado podemos tener una función también articulando transversalmente con otros sectores afectados por estas políticas. A mi modo de ver creo que tenemos que avanzar en un mayor grado de articulación, en la conformación de alguna orgánica permanente y creo que tenemos que, en primer lugar conseguir victorias concretas de lo que estuvimos demandando, ya sea que se caiga el DNU, que se termine con los despidos en el estado, que vuelvan a dar alimentos a los comedores. Esos van a ser los ejes más importantes que tenemos que discutir y además tenemos la obligación de generar un programa con un vocabulario feminista para enfrentar estas políticas”.

Lohana Berkins nos dejó, entre tantas cosas, reflexiones como por ejemplo: “ESTOY CONVENCIDA DE QUE EL MOTOR DE CAMBIO ES EL AMOR. EL AMOR QUE NOS NEGARON ES NUESTRO IMPULSO PARA CAMBIAR EL MUNDO”.

Tenemos la tarea de levantar las banderas, de seguir esos legados y construir nuevos modos políticos que nos abracen a todos, todas y todes.

Foto de portada: Lucía Hernández.