Cuarto de tráfico línea D

Cuarto de tráfico línea D

Por Ricardo Rojas Ayrala del Sindicato de Farmacia.

Los trenes, los andenes, los trabajadores del subterráneo y los viajes sobre rieles están ligados de un modo indestructible al quehacer poético desde hace mucho tiempo. Así, viajemos diez minutos, o veinte días, como sencillos y sentimentales animales con equipaje. Cientos de poetas extraordinarios cantaron y cantarán a los trenes, a toda la atmósfera enigmática que rodea ese mundo tan particular, indescifrable y particular que nos recuerda que nuestra especie es migrante, que todos somos migrantes. Pero nos lo recuerda en todo el cuerpo, hueso por hueso, no como una desvaída ensoñación. 

Compañeros de la línea E en la actividad de lectura de poesía.

Dice don Miguel Hernández: Silencio.// Detened ese tren agonizante / que nunca acaba de cruzar la noche. // Y se queda descalzo hasta el caballo, y enarena los cascos y el aliento. ¿Lo dice con tanta eficacia para acompañar estas tímidas palabras sobre la irresistible confabulación de las máquinas, de las travesías y de los hombres? Quizá. Agrega don Tristán Tzara con voz inusitada: Estoy viajando, sin fin, en este tren con una enferma de los nervios / como no se salva uno de la profundidad de las ciénagas y de las malas hierbas.

Cuarto de tráfico de la línea E

Entonces la literatura en territorio, en este caso el tren y su mundo plagado de sortilegios, posibilita un diálogo entre hermanos donde se empieza a considerar al hecho textual como un medio posible y abierto de expresión de los propios sentimientos, las experiencias y los deseos. En el marco de las jornadas del 8M “Mujeres trabajadoras de la cultura”, el jueves 21 de marzo de 2019, organizada por Vapoesía Argentina, las escritoras Yirama Castaño Guiza (Colombia), Andrea Alvarez, trabajadora del subte línea B (Argentina), Lena Reza García (Colombia), Marta Miranda (Argentina) y Ana Ligia Espitia Vega (Colombia) charlaron sobre la situación de la mujer en las zonas de conflicto, en Colombia y en Argentina, se leyeron textos poéticos y se compartieron experiencias en pié de igualdad con los trabajadores y las trabajadoras de la sala de tráfico de la estación Congreso de Tucumán, del subte D, de la ciudad de Buenos Aires. Una jornada inolvidable donde la poesía se mostró conmovedora, vasta y fértil. 

Leyendo poesía en el cuarto de tráfico de la línea D,

Hablamos apenas de esto que nos invoca: de trenes, del mundo y de nosotros. Tercia, al respecto, Ana Ajmátova: Unos van por un sendero recto, / otros caminan en círculo, / añoran el regreso a la casa paterna / y esperan a la amiga de otros tiempos. / Mi camino, en cambio, no es recto, ni curvo, / llevo conmigo el infortunio, / voy hacia nunca, hacia ninguna parte, / como un tren sobre el abismo. 

Bajo esa luz límpida que amalgama la literatura con los trenes es que el VII Festival Internacional VaPoesía Argentina desarrolló otra actividad de literatura en el lugar de trabajo en la sala de tráfico de la estación Virreyes del subte E, el día jueves 30 de mayo de 2019, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Pasamos una hermosa y entusiasta mañana unidos por la poesía, tanto los compañeros y las compañeras trabajadoras del subte como los escritores Monica Sifrim (Argentina), Margarita Laso (Ecuador), Sebastián Cutignola, trabajador del subte línea E (Argentina), Ricardo Rojas Ayrala (Argentina) y Jacques Rancourt (Canadá/Francia) compartiendo textos, reflexiones y unos deliciosos mates. 

La escritura, resuelta y vital, nos permite desde la intimidad de la reflexión, acceder a nuestros pensamientos más profundos y aventurarlos entre todos de un modo sereno, sin estridencias. La literatura en tanto herramienta de inclusión social va de la mano de estas ideas porque todos, en todos los estratos sociales y todas las geografías, tenemos algo para decir, que si no lo hacemos se pierde en las brumas oficiosas del tiempo. Si esto mismo lo enuncia una persona que hace de su escritura su vida, estas frases tienen un significado poderoso y movilizador que descubrimos con rapidez en nosotros. 

Aguardando el próximo encuentro fraternal entre iguales y para cerrar esta pequeñas palabras sobre la relación entre poesía y trenes, agradeciendo la generosidad de los compañeros de la secretaría de cultura del sindicato de subte, el tano Pisani y a los compañeros de la directiva, al compañero Beto Pianelli, que tanto nos apoyan de un modo comprometido e imprescindible, es tan pertinente recordar lo que nos dice Enrique Molina: y por allá se aleja un viejo tren, momentáneo y perdido, / como una luz en la lluvia, pero vuelve /a repetir su jadeo férreo y a llevarnos de nuevo /en el verde aire de los amores errantes. / Pues un tren no sólo moviliza sus hierros /sino sangre soñadora deslumbrada por el viaje…