25 DE MAYO: PARTE DE UN LARGO PROCESO
POR CAMILO RIVERA, DELEGADO DE UTE.
El 25 de mayo de 1810 se inscribe en los procesos globales que dieron origen a la era contemporánea. La revolución industrial inglesa impulsó el desarrollo del comercio internacional para abastecer las demandas de su producción manufacturera. La conformación de la primera potencia industrial moderna también conllevó a la expansión del imperialismo británico a todos los confines del planeta.
El diferencial de poder económico y político a favor de los ingleses y el desequilibrio producido por su ascenso en el teatro europeo tuvieron un fuerte impactó en la américa hispana.
Las oportunidades de comercio entre las colonias españolas e Inglaterra excedieron las posibilidades del monopolio comercial impuesto por Madrid, la invasión napoleónica a España debilitó políticamente a la Metrópoli y, principalmente, las invasiones inglesas a Buenos Aires en 1806 y 1807 causaron un proceso de movilización y militarización de la población local criolla, nacida en el continente.
Estas milicias, lideradas por vecinos acaudalados pero compuestas por miembros de los sectores populares, se convirtieron en el factor de poder que permitió a los criollos de Buenos Aires desconocer la autoridad del Virrey Baltasar Cisneros y conformar una Junta Provisoria de Gobierno. Este primer gobierno patrio, compuesto en su mayoría de representantes nacidos en el continente americano, inició un proceso de independización política que tuvo su reflejo en el resto de Sudamérica.
Al mismo tiempo, los patriotas porteños, respaldados por la movilización de estas milicias, inauguraron una tradición singular que parecería extenderse en Argentina hasta el presente: un país cuyos equilibrios políticos son condicionados por un pueblo en movilización permanente, dispuesto a defender sus derechos y a hacer valer sus intereses tanto mediante la construcción de gobiernos representativos, como a través de su rebeldía en las calles.